“No hay mayor felicidad en los padres que ver a
sus hijos desempeñanse de manera ejemplar en materias relacionadas con las matemáticas”
CAPÍTULO 14
PROGRAMAS ESPECIALES DE LECTURA.
ESTIMULACIÓN
TEMPRANA
14.1 La Importancia de la Estimulación Temprana
Como hemos dicho en los capítulos anteriores, en el momento de nacer, el
cerebro del bebé se encuentra en constante formación y crecimiento. Los
bebés nacen con una predisposición a comunicarse, a socializar y a integrarse
en el mundo que los rodea. Los bebes recién nacidos poseen todo un conjunto
de signos no verbales que les permiten comunicarse durante los primeros
meses de su vida. Al principio, el llanto es su forma más eficaz de
comunicación; de hecho, el llanto es su primera incursión en el mundo del
lenguaje. Con su llanto, el bebé expresa la sorpresa que le produce estar fuera
de los confines del útero materno y en un lugar nuevo que no le es familiar.
Desde sus primeras semanas de vida, los bebés muestran diferentes maneras
de comunicación. Desde sus muecas con su boca sin dientes hasta su forma
de agitarse y removerse con nerviosismo, todo entra dentro de su proceso de
comunicación. Además, necesitan hacerlo porque están programados de forma
innata para aprender el lenguaje y responder a las voces humanas desde el
momento en que nacen. Ellos necesitan y quieren aprender desde el primer
instante de su vida.
En un estudio llevado a cabo en 2012 por la neuróloga Martha Farah de la
Universidad de Pennsylvania tenía como objetivo saber cómo un rango normal
de las experiencias en la infancia puede influir en el desarrollo del cerebro.
Farah tomó datos de las encuestas de la vida familiar y los escáneres
cerebrales de 64 participantes y les hizo un seguimiento durante 20 años. Los
participantes fueron estudiados desde los cuatro años de edad. Los
investigadores visitaron sus casas y registraron todos los detalles de sus vidas
para establecer el grado de estimulación cognitiva que recibían, prestando
atención a cosas como el número de libros para niños que tenían, si tenían
juguetes que les enseñaron acerca de los colores, números o letras o si
jugaban con los bienes o instrumentos musicales de juguete. Los
investigadores también tomaron información del ambiente familiar, la
naturaleza de los padres, el apoyo que prestaban a sus hijos, la estimulación y
la atención que el niño recibió de los padres, etc. Los investigadores repitieron
las mismas encuestas cuando los niños tenían ocho años y, cuando los
participantes tenían entre 17 y 19 años, sus cerebros fueron escaneados.
DLos resultados de la doctora Farah mostraron que el desarrollo de la corteza
cerebral en la adolescencia se correlaciona estrechamente con la estimulación
cognitiva que tuvo el niño a la edad de cuatro años. El resto de los factores,
incluyendo la estimulación cognitiva recibida a los ocho años, no mostraron
ningún efecto. La doctora Farah dijo que sus resultados son evidencia de la
existencia de un período sensible, temprano en la vida de una persona, que
determina el óptimo desarrollo de la corteza cerebral.
"Realmente es
compatible con la idea de que los primeros años (de 0 a cinco años)
son especialmente influyentes y los más importantes para el
desarrollo de una persona" concluyó la doctora Farah.
14.2 Aprendiendo a Hablar. Las Etapas
Hablar está directamente ligado a escuchar. Al escuchar a otros hablar, el
bebé aprende cómo suenan las palabras y cómo se estructuran las frases. De
hecho, muchos investigadores creen que el trabajo para comprender el
lenguaje comienza mientras el bebé está en el útero de la madre. Al igual que
el bebé se acostumbró al sonido rítmico y constante del corazón de su madre,
él se familiarizó con el sonido de su voz. Unos pocos días después de nacer, ya
es capaz de distinguir la voz de su mamá entre las demás.
BLos niños aprenden a hablar durante sus dos o tres primeros años de vida.
Desde sus primeras semanas de vida en este mundo, el bebé comenzará a
usar su lengua, labios, paladar y cualquier diente que le salga para hacer
sonidos.
A grandes rasgos, el lenguaje se desarrolla de la siguiente manera:
-0 a 3 Meses. Al principio el bebe descubre que su llanto es la forma más
eficaz de llamar la atención y lo usa como su mejor medio de
comunicación. Continuos lloros de protesta pueden indicar que necesita
que le cambien el pañal, mientras que lloros más intensos y probables
gritos pueden significar que tiene hambre. Con el paso de las semanas y a
medida que va creciendo, el bebé desarrollará un creativo repertorio de
ruiditos, gorjeos, suspiros y grititos. Es ese balbuceo infantil lo que le va a
enseñar a utilizar su voz para comunicarse con los que lo rodean. En
cuanto a su capacidad para comprender el lenguaje, los lingüistas dicen
que los bebés, con tan sólo cuatro semanas, pueden distinguir entre
sílabas similares como "ma" y "na". El bebe sonríe respondiendo a las
sonrisas de sus padres y al habla de quien lo acompaña.
-4 a 6 Meses.
A los cuatro o cinco meses esos sonidos se convierten en
palabras reales, como “mamá” y "papá". A partir de ese momento, el bebé
aprenderá más palabras de su mamá, de su papá y de cualquier persona
que esté en contacto con él. Su mensaje de alegría y satisfacción pueden
ser pequeñas carcajadas.
-7 a 9 Meses. A partir de los 6 meses observarás un cambio real en la
capacidad de comprensión de tu bebé. Ahora estará alerta a los sonidos
del discurso que oye a su alrededor. Se sentirá fascinado por las
conversaciones de los adultos. Ya puede reconocer su nombre y prestará
atención cuando le hables directamente. Alrededor de los ocho o nueve
meses, los bebés se convierten en imitadores reales: no solo copian las
acciones, sino también los sonidos.
-10 a 12 Meses. A esta edad el bebé repite sonidos o gestos para atraer
la atención y comienza a utilizar gestos sencillos (como decir "adiós" con la
mano). Imita acciones durante el juego, como aplaudir cuando lo haces tú.
Cada vez presta más atención cuando le hablan y reacciona cuando se le
piden cosas simples. Reacciona al "no" y realiza gestos simples como
negar con la cabeza. Balbucea con inflexión usando palabras como "papá",
"mamá" y "ah”. Cuando se le muestran, mira las imágenes correctamente
y las comienza a analizar.
-13 a 17 Meses. Alrededor de los 13 meses, se produce otro cambio,
aunque puede ocurrir más tarde, pues empieza a combinar sonidos de
forma que parezcan palabras reales, diciendo cosas como «adú de mamá».
Esta etapa es un trampolín que los lleva a empezar a hablar el mismo
idioma que tú.
-18 a 24 Meses. A los 18 meses, el vocabulario oral de un bebe puede
incluir entre 40 y 50 palabras e incluso más. Pero debes saber que puede
entender alrededor de 200 palabras. Cuando tenga dos años,
probablemente podrá emplear entre doscientas y trescientas palabras y
será capaz de comprender alrededor de mil. Cuando llegue a esta etapa, el
proceso será demasiado rápido para poder seguirlo.
-25 a 36 Meses.Meses. A esta edad, el niño puede seguir instrucciones en dos
etapas: “toma tu juguete y ponlo en la caja". También está empezando a
aprender a usar pronombres como "yo" y "tú". Entre las edades de dos y
tres años, su vocabulario aumentará hasta alcanzar las 300 palabras.
Unirá nombres y verbos para formar frases completas y simples como
"Quiero jugar pelota". También podrá nombrar entre 5 a 6 partes de su
cuerpo.
Cuando un niño cumple tres años,
él ya estará hablando de forma más
sofisticada. Podrá mantener una conversación y ajustar su tono de voz,
inflexión y vocabulario al de la persona con la que está hablando. Por ejemplo,
usará palabras más simples con un amiguito de su edad, pero será más verbal
contigo. Entiende palabras que señalan una ubicación espacial (detrás,
debajo, encima, en, etc.). Podrá ya decir su nombre y su edad y contestar
cuando le pregunten algo.
Cuando los niños empiezan a hablar,: sus padres y las personas más próximas
suelen ser los únicos que entienden lo que dicen. Producir unos sonidos que se
parezcan a lo que escucha requiere mucha práctica, así que es bueno
ayudarlos a comunicarse, sirviéndoles de intérprete con las personas que no
están habituadas a escucharlos. Esto servirá para reforzar su confianza y
atenuará la frustración que sienten cuando hacen grandes esfuerzos y no
logran que los comprendan.
–
Elogios y ánimos Es fácil motivar a un niño a hacer algo cuando lo disfruta. Si haces del
aprendizaje del habla una actividad divertida, tu niño querrá aprender más
palabras para expresarse mejor.
14.3 ¿Cuándo Empezar a Enseñar a Leer a un Niño?
En general, los niños de todo el mundo aprenden primero a hablar. En
condiciones normales, un niño aprende a hablar entre los 2 y 3 años. Si
revisamos cuidadosamente el proceso de aprendizaje del habla, descubriremos
que la estimulación del lenguaje se inicia desde la gestación, en el vientre de
la mamá. De hecho, muchos investigadores creen que el trabajo para
comprender el lenguaje de cualquier idioma comienza mientras el bebé está
en el vientre de la madre. En cualquier país, sin importar el idioma o la raza,
los niños aprenden, en condiciones normales, el lenguaje verbal a la misma
edad: 2 a 3 años. Se puede decir que los niños están programados de forma
innata para aprender el lenguaje y responder a las voces humanas desde el
momento en que nacen y necesitan aprender desde el primer instante de sus
vidas.
Hoy en día es bastante aceptada la práctica de que la mamá le hable a su
bebé en el vientre, como una manera de comunicación para mostrarle su amor
natural. Hablarle al bebé que aún no ha nacido es también una manera
efectiva de estimular el cerebro en formación del bebe. Desde el vientre, el
bebé se familiariza con el sonido de la voz de la madre, de tal forma que,
poco tiempo después de nacer, es capaz de distinguir la voz de su mamá entre
las demás.
Hablar está directamente ligado a escuchar. Cuando el bebé escucha a otros
hablar, es el cerebro del bebé el que aprende cómo suenan las palabras y
cómo se estructuran las frases. De hecho, no es solamente el oído del bebé el
que se estimula, sino también lo hace su cerebro, el cual está en un continuo y
exponencial crecimiento desde el momento mismo de la concepción hasta la
edad de 5 años.
Es fácil entender que los ojos no entienden lo que ven ni los oídos entienden lo
que oyen: es el cerebro del bebé el que el que entiende, el que se estimula y
el que crece en capacidad. Es el cerebro del bebé en donde se realizan los
impulsos electroquímicos y cada día se multiplican las conexiones neuronales
que permiten el desarrollo de la inteligencia del bebé.
Así como la facultad de hablar está relacionada con la capacidad de escuchar,
la facultad de leer está relacionada con la capacidad de la visión, de ver con
los ojos.
Entonces la pregunta es: ¿cuándo puedo empezar a enseñar a leer a
mi hijo?
La respuesta es simple: desde que el bebé comienza a
conocer su mundo a través de sus ojos, lo cual ocurre desde la
primera semana después de nacer.
Esta parece una exageración, pero no lo es. Tenga en cuenta que los padres le
comienzan a hablar a su bebé desde que nace (idealmente desde que está en
el vientre) y nadie creería que hablarle a un bebé es una exageración. Por el
contrario, esta es la manera natural de comunicación entre la madre y el hijo
en la raza humana. Y estas reglas de comunicación se cumplen desde la edad
de piedra.
Así pues, el primer paso para poder enseñarle a leer a un bebé de semanas es
estimular su visión. También se ha comprobado que lo que llama la atención
del niño no es el color, sino los contrastes entre los colores.
Hay dos dichos de amplia aceptación general que son “Una imagen vale más
que mil palabras” y “Todo entra por los ojos”. No hay ninguna duda en la
validez de estas aseveraciones populares, que son conocidas en todos los
idiomas. Por otro lado, si tú has intentado aprender un segundo idioma,
habrás comprobado que es más fácil leerlo que hablarlo. Cuando se lee, las
palabras (letras) permanecen estáticas, no tienen volumen ni pasan rápido, ni
tienen acento, como pasa con las palabras habladas. Es mucho más fácil
entender lo que leemos que lo que oímos.
Ahora, la pregunta es: si es más fácil aprender a leer que a hablar, ¿por qué
un bebé aprende primero a hablar que a leer? La respuesta también es simple:
¡El niño no aprende antes a leer porque los padres no les enseñan a leer desde
temprana edad!
Existen tres razones que pueden explicar los motivos por los cuales los padres
comienzan a hablar a su bebe desde que nace, facilitándole el aprendizaje del
habla, pero no les ensenan a leer a temprana edad: la primera es que el
lenguaje hablado es tan antiguo como la historia del hombre (700.000 años),
mientras que el lenguaje escrito es una invención relativamente reciente (solo
a partir del 100 AC los griegos empezaron a utilizar un alfabeto escrito). En
otras palabras, el hombre ha hablado por cientos de miles de años, pero solo
ha sabido a escribir desde hace unos pocos siglos. Más aun, hace solo 6 siglos
que comenzó la popularización de los libros y la lectura, con la invención de la
imprenta (Gutenberg, 1444).
La segunda razón es que la lectura se asocia con la escritura y
tradicionalmente se enseña a leer y escribir a los niños al mismo tiempo. Para
poder escribir se requiere que el niño haya desarrollado una coordinación
motriz adecuada, lo cual se logra en la mayoría de los casos después de los 6
años de edad. La lógica de esta relación, sin embargo, puede no ser correcta,
ya que el desarrollo físico y motriz del niño es lento y continúa hasta la
adolescencia, mientras que la capacidad de crecimiento del cerebro crece
exponencialmente desde la gestación y hasta la edad de 5 años. Recordemos
que, desde el nacimiento, el cerebro del bebé absorbe gran cantidad de
información y está en disposición de aprender y distinguir figuras, colores,
caras, etc. De hecho, a los 3 años, ya ha aprendido un lenguaje y más de 300
palabras, incluyendo las partes del cuerpo, el nombre de las personas, los
nombres de los animales, las pertenencias, las acciones, etc. Muchos niños
criados en ambientes familiares apropiados y estimulantes, cuando alcanzan la
edad de 6 años, hablan 2 o 3 idiomas en forma normal y sin acento. Entonces,
¿por qué no comenzar a ensenarles a los bebés esos 25 simple signos del
alfabeto que se llaman letras?
La tercera razón por la cual los padres no les enseñan a leer a sus hijos desde
una temprana edad es porque no saben cómo hacerlo. Está documentado en muchas investigaciones científicas que cuanto más
pequeño es el niño, más fácil y eficaz resulta conseguir que su cerebro
absorba información y, con ello, desarrollar su inteligencia. Antes de los 3 años
es aún más rápido y eficaz enseñarles que entre los 3 y los 6 años. Antes de
los 6 años un niño tiene muchas más ganas de aprender y puede aprender
cualquier cosa que se le presente de una forma sencilla, concreta y alegre. Los
científicos han descubierto que los niños que han recibido mayor estimulación
mental a la edad de tres o cuatro años tienen más desarrollada las partes del
cerebro dedicadas al lenguaje y la cognición durante en las siguientes décadas
de vida, por lo que son más inteligentes.
Sin embargo, en los sistemas educativos de la mayoría de países occidentales,
incluyendo USA y Canadá, normalmente se enseña a leer a los niños a los 6
años. En otras palabras, se enseña a leer cuando les es algo más difícil
aprender y cuando muchos ya tienen disminuido el entusiasmo natural y
absorbente por el conocimiento que posee un niño a temprana edad. Como
consecuencia, muchos niños no adquieren un amor real por la lectura, no
logran un nivel adecuado de lectura y a los 11 años tienen problemas de
comprensión o no tienen interés alguno en aprender.
Aprender es una aventura fantástica que empieza desde que uno es un niño.
Todos los niños tienen muchas ganas de aprender pero, desgraciadamente, el
sistema educativo de las escuelas y las experiencias en cuanto al aprendizaje
que han sufrido padres y profesores que ya han pasado por las escuelas
acaban por ahogar el deseo de aprender que tienen los niños en un principio.
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Sin duda alguna, leer correctamente y desde una temprana edad es la
acción más importante que puedes enseñarle a tu hijo y, además, es la
que más va a incrementar su inteligencia intelectual y emocional. Leer
bien, con comprensión y velozmente es un distintivo de los buenos
estudiantes y de las personas de éxito. Esta es la capacidad que
prácticamente marcará su destino en la escuela, en la universidad... y
en la vida.
|
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14.4 Estudios Previos de Lectura Temprana
María Montessori (1870-1952)
fue una destacada educadora, científica,
médica, psiquiatra, psicóloga, y pedagoga italiana que comenzó a trabajar con
niños considerados mentalmente perturbados en 1898. En 1900, María se dio
cuenta de que estos niños con problemas también tenían un potencial que,
aunque disminuido, podía ser desarrollado en gran medida si se les estimulaba
adecuadamente y se les facilitaba un ambiente de desarrollo favorable. En
este momento, decidió dedicarse a los niños durante el resto de su vida.
Observó que los niños de una institución para niños “ineducables” jugaban con
las migajas de la comida porque no había ningún objeto más en el sitio. Vio
que no se las comían, sino que las manipulaban y se dio cuenta de que lo que
les hacía falta eran objetos para tocar, pues el ser humano tiene la necesidad
de actividad, de realidad y de cultivar su inteligencia y personalidad.
Después de aplicar sus propios métodos de enseñanza con este grupo de niños
“especiales” con excelentes resultados, María logró que los niños realizaran el
examen estatal para evaluar su rendimiento académico y sus conocimientos.
Los resultados obtenidos por sus alumnos con “limitaciones mentales” fueron
bastante similares a los de los niños normales. Esta experiencia le permitió a
María concluir que si la mente de un niño “especial” puede alcanzar los
mismos resultados de un niño normal, obviamente la mente de un niño normal
está subdesarrollada. En otras palabras, los niños con mentes normales
podrían dar unos resultados extraordinarios bajo las condiciones favorables y
con la estimulación adecuada.
María también trabajo con un grupo especial de niños considerados rebeldes.
Siguiendo sus propios métodos, pronto logró motivar al grupo de niños y que
estos comenzaran a trabajar solos, logrando obtener una gran satisfacción
personal cuando tenían éxito en sus empresas. Poco a poco, los niños rebeldes
se normalizaron, se volvieron amables y respetuosos y aprendieron con
interés y entusiasmo. Eran 60 niños. En vez de imponerles reglas arbitrarias y
llenarles la cabeza de datos, les dio libertad de espíritu. Cuando a los 4 y 5
años aprendieron a leer y escribir como un proceso natural, el mundo científico
y educativo quedó asombrado. Actualmente puede parecer difícil comprender
bien el impacto que tuvo María Montessori en la renovación de los métodos
pedagógicos de principios del siglo XX, pues la mayoría de sus ideas parecen
hoy evidentes y acertadas. Pero, en su momento, fueron innovaciones
radicales que incluso levantaron una importante controversia entre los
sectores más conservadores de la época.
María llego a la conclusión que la mente de los niños posee una capacidad
maravillosa y única para adquirir conocimientos absorbiendo la información
que les es transmitida o que reciben del ambiente a través de su sistema
auditivo, táctil y visual. Lo aprenden todo inconscientemente, pasando poco a
poco del inconsciente a la conciencia. María comparaba esta capacidad mental
con una esponja, con la diferencia que la esponja tiene una capacidad de
absorción limitada, mientras que la mente del niño es infinita.
María Montessori difundió su convicción de que el niño era un ser diferente y
que había que ayudarlo a desarrollarse. Toda su vida estudió, trabajó y
difundió su filosofía. El Método Montessori de educación que ella obtuvo a
partir de su experiencia ha sido aplicado exitosamente con todo tipo de niños
y es muy popular en muchas partes del mundo, a pesar de las críticas que se
le hicieron en los inicios de la década de los treinta y cuarenta del siglo XX.
En 1961 el Dr. O. K. Moore de la Universidad de Yale
comenzó un
extenso estudio de investigación sobre cómo enseñar a leer a los niños de
preescolar. El Dr. Moore descubrió que es más fácil ensenarle a leer a un niño
de 3 años que a un niño de 4 años y que es más fácil enseñarle a leer a un
niño de 4 años que a un niño de 5. Como consecuencia de ello, es más fácil
enseñarle a leer a un niño de 5 años que a un niño de 6 años. ¡Y, por
supuesto, es muchísimo más difícil enseñarle a leer a un niño de 6 años que a
un niño de 3 años!
El terapista americano Glen Doman (1919-2013) fue pionero en el campo
del desarrollo cerebral infantil. Doman es el creador de los métodos de
enseñanza de lectura para bebes y niños más populares del mundo. En 1955,
Doman fundó
The Institutes for the Achievement of Human Potential
en
Philadelphia para trabajar en el mejoramiento y la recuperación de niños con
lesiones cerebrales. Sus investigaciones y su dedicado trabajo con niños con
lesiones cerebrales lo llevaron a descubrir fundamentales evidencias sobre el
crecimiento y el desarrollo de niños sanos. Doman demostró que los niños
pequeños, menores de 6 años, tienen una capacidad sorprendente de
aprender si se les estimula y ese les enseña en una forma adecuada. Glen
Doman vivió, estudió y trabajó con niños de más de cien países y de
diferentes ambientes culturales y económicos, incluyendo países de África,
Centroamérica y Asia. Doman es también el autor de otros seis libros, todos
parte de la serie
Revolución Gentil,incluyendo
Cómo enseñar a su bebé a
leer
y Cómo enseñar a su bebé matemáticas (SquareOne
Publishers).
de aprender mejor y más rápido que el cerebro de los niños mayores. Y esta
gran capacidad de aprender puede ser aprovechada en actividades prácticas,
como enseñarles a leer y enseñarles matemáticas, idiomas, conocimientos
generales y otros a corta edad, lo que favorecerá su futuro aprendizaje y el
desarrollo intelectual de los muchachos.
Doman creó varios programas que permiten a los padres de familia
enseñarles a sus hijos de entre 0 y 6 años a leer de una manera fácil, natural,
divertida y muy efectiva. Estos programas han sido utilizados con éxito por
millones de padres de familia, en muchos países de todo el mundo, durante
los últimos 40 años.
14.5 Cómo Enseñar a Leer a su Bebé. El Método de Glenn Doman
Nota: El objetivo de este subcapítulo es hacer una descripción general de los
aspectos, características y partes que componen el Método de Glenn Doman
para enseñar a leer a temprana edad a un niño. Muchos detalles importantes
pueden no estar incluidos en esta descripción. Para una completa visión del
programa les recomendamos leer el libro “Como enseñar a leer a tu bebé”, de
Glenn Doman.
Los programas de enseñanza de lectura para bebés y niños de 0 a 6 años
están compuestos por actividades sencillas de juego y estimulación que se
deben realizar diariamente y son muy fáciles de llevar a cabo por cualquier
papá o mamá. Adicionalmente, permiten un reforzamiento afectivo
importante de la relación entre padres e hijos, que influye positivamente en la
autoestima, la seguridad personal y la inteligencia emocional del niño.
El método creado para Doman se basa en
el uso de tarjetas con palabras e imágenes. Tradicionalmente
el método flash implica tarjetas físicas de papel flash, que
o bien las haces tú mismo o las compras. Durante el proceso,
mostrarás rápidamente el contenido de las tarjetas a tu hijo.
El parpadeo de las tarjetas, a una velocidad de un segundo por tarjeta, es un método eficaz para enseñar a los bebés por dos razones.
de enseñar a los bebés por dos razones:
>
1. La información presentada a gran velocidad es más fácilmente aprehensible por el hemisferio derecho del cerebro. A diferencia de la memorización del hemisferio izquierdo, que requiere un esfuerzo consciente y dirigido, el aprendizaje del hemisferio derecho es inconsciente y sin esfuerzo.
2. Los niños, y especialmente los bebés, aprenden a un ritmo extremadamente rápido: mucho más rápido que los adultos; mucho más rápido incluso de lo que los adultos pueden imaginar. La forma de mantener la atención de un niño es moverse con rapidez.
Al principio se utilizan tarjetas con una sola palabra, escrita en letra grande. En un nivel más avanzado, cada tarjeta puede tener dos palabras y un tamaño de letra normal. Más adelante, cuando el niño está más avanzado y puede reconocer fácilmente las palabras, cada tarjeta presenta un grupo de palabras (frases y oraciones) en un tamaño de letra más pequeño. Por último, cuando el niño es más avanzado y está preparado para utilizar libros creados por los padres, las tarjetas pueden tener un tipo de letra más pequeño.
The programs, used
Los programas, utilizados para enseñar a leer a niños de 0 a 6 años, son fáciles de llevar a cabo por cualquier mamá o papá e incluyen juegos y actividades sencillos que resultan divertidos y estimulantes. Además de fáciles, permiten reforzar eficazmente la relación padres-hijos, influyendo positivamente en la autoestima, la seguridad y la inteligencia emocional general del niño.
14.5.1 Principios del Método Doman.
El método de lectura de Doman está basado en la aceptación de los siguientes
postulados:
1. Los niños menores de 6 años pueden fácilmente absorber cantidades
inmensas de información. Si el niño es menor de 4 años, le será más
fácil y más efectivo hacerlo. Si el niño es menor de 3 años, le será más
fácil y más efectivo conseguirlo. Si el niño es menor de 2 años, le será
aún más fácil y el más efectivo que a todos los demás.
2. Los niños menores de 5 años pueden captar información a gran
velocidad.
3. Un niño menor de 5 años, cuanta más información absorbe, más
información retiene
4. Un niño menor de 5 años generalmente tiene una gran cantidad de
energía.
5. Un niño menor de 5 años generalmente tiene un gran deseo de
aprender.
6. Un niño menor de 5 años puede y quiere aprender a leer
7. Un niño menor de 5 años aprende un lenguaje entero y tiene capacidad
para aprender todos los lenguajes que se le presenten.
14.5.2 Reglas Básicas para Aplicar el Método Doman
• Enseñar mientras el niño es pequeño.
• Estar siempre alegre.
• Tener confianza en el niño.
• No enseñarle si no hay buen ambiente.
• Buen entorno de aprendizaje.
• Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
• Presentar con frecuencia nuevos materiales.
• Organización y constancia.
• No examinar al niño.
• Preparar con cuidado y por adelantado el material.
• Ley infalible: si tú te lo pasas bien, el niño también se divertirá.
14.5.3 Materiales. El Método Doman.
El método Doman de enseñanza de la lectura para bebés se basa en la
estimulación del cerebro a través de la información visual que se le presenta al
bebé. El proceso inicialmente utiliza cartulinas con una sola palabra, escritas
en un tamaño de letra grande. En un nivel más adelantado se utilizarán
cartulinas con dos palabras y un tamaño de letra regular. Más adelante,
cuando el niño está más avanzado y ya reconozca fácilmente las palabras, se
utilizarán cartulinas con grupos de palabras (frases y oraciones) en un
tamaño de letra más pequeño. Finalmente, cuando el niño está más avanzado
y ya esté preparado para ver libros creados por los padres, se utilizan
cartulinas y un tamaño de letra más pequeño.
Use letra imprenta. En la mayoría de los países anglosajones (EEUU. UK,
Canadá, etc.) se enseña a los niños a leer y a escribir en letra de imprenta..
– Imagenes y Fotosse utilizan
durante el proceso para estimular el cerebro del bebé. Estos materiales
con las palabras de las tarjetas para obtener mejores resultados.
mejores resultados.
– Bloques de Imprenta Lo mejor es utilizar
minúsculas, también conocidas como letra de imprenta, manuscrita
en el mundo académico. En la mayoría de los países
países de habla inglesa (EE.UU., Reino Unido, Canadá, etc.), a los niños se les enseña a
a leer y escribir con letra de imprenta.
El tamaño de las
tarjetas, el color y el tamaño de las letras minúsculas en bloque deben
ser acordes con la edad del bebé o niño pequeño. Esta información
se detalla en cada paso.
IMPORTANTE:
No es necesario hacer siempre las tarjetas con palabras e imágenes
en papel o cartón. Las presentaciones también pueden hacerse en
un ordenador portátil, un PC o una tableta digital. Utiliza programas de presentación como
como PowerPoint o similar y asegúrate de que las palabras y las imágenes
una por diapositiva, sean iguales a las que hiciste en papel. También puedes comprar
estas presentaciones de Power Point en Internet (www.abcbabiesandkids.com).
14.5.4 Vocabulario: Las palabras escritas en las cartulinas, especialmente en las primeras que se
utilizan para empezar el proceso, deben ser palabras que le resulten
agradables y familiares al bebé, como las siguientes:
- Nombre de tu hijo, familiares y allegados: mamá, papá, abuela,
abuelo, hermano, hermana, tío, tía, primo, prima, niño, bebé, Juan,
Rosa, María, José, etc.
- Frutas y otros alimentos: leche, pan, zumo, galleta, agua, huevo,
naranja, plátano, pera, manzana, zanahoria, patata, tomate, aguacate,
melón, papaya, ahuyama, durazno, mora, cereza, etc..
- Colores: rojo, amarillo, blanco, amarillo, azul, verde, marrón, gris,
anaranjado, negro rosado, dorado, plateado, violeta ,turquesa, celeste,
etc.
- Animales: león, tigre, elefante, jirafa, gorila, perro, gato, oso, delfín,
tiburón, pez, pájaro, serpiente, rana, canguro, avestruz, caballo,
dromedario, camello, hipopótamo, rinoceronte, ciervo, reno, foca,
pingüino, etc.
- Acciones: saltar, comer, beber, sonreír, dormir, cantar, correr, andar,
bailar, dibujar, pintar, aplaudir, hablar, gritar, acariciar, tocar, llorar,
silbar, mirar, leer, escribir, cocinar, etc.
- Partes del cuerpo: cuerpo: cabeza, cara, ojos, nariz, boca, oreja, cabello,
lengua, dientes, frente, mejilla, cuello, hombro, brazo, codo, manos,
dedos, uñas, barriga, ombligo, piernas, muslo, rodilla, pies, tobillo, etc.
- Objetos familiares de tu casa: silla, mesa, cuna, puerta, ventana,
cortina, sofá, sillón, butaca, alfombra, televisión, cama, armario,
cuadro, bañera, lavabo, ducha, cocina, nevera, lavadora, etc.
- Pertenencias y objetos que rodean al niño:
muñeca, pelota,
sonajero, pijama, pantalón, vestido, zapatos, calcetín, jersey, camiseta,
pañal, cuna, cambiador, trona, almohada, manta, cepillo, peine, jabón,
toalla, champú, crema, colonia, biberón, taza, plato, cuchara, tenedor,
vaso, babero, etc.
14.5.5 Condiciones Básicas Para Efectuar Las Secciones
• Solamente se debe iniciar las sesión si el niño esta receptivo, de buen
humor y en buen estado de ánimo. La madre (o el padre) se deben colocar
cerca del niño, a una distancia tal que no pueda alcanzar con sus manos la
tarjeta.
• No le muestres la palabra si el bebé tiene sueño o hambre, pues verás que
su habilidad visual varía a lo largo del día y es mejor cuando está bien
alimentado y descansado.
• Se le debe mostrar la cartulina con cada palabra
palabra solo durante 1 segundo. Esta regla es
muy importante. Si le enseñas cada palabra durante más de 2
segundos lo vas a aburrir tremendamente y perderás su atención. El niño
puede aprender con facilidad gran cantidad de información, así que muéstrale
cada palabra durante 2 segundos como máximo. Al nacer, los bebés saben
distinguir entre distintas formas visuales. Los recién nacidos se aburren y
desvían la mirada si se les ha mostrado el mismo estímulo visual durante un
rato y sólo vuelven a mirar si se les presenta un estímulo visual nuevo.
• No pidas que repita la palabra.
• Acaba la sesión con un gran abrazo y un beso y muéstrale tu afecto y amor.
Puedes decirle lo maravilloso e inteligente que es o que estás muy orgulloso
de él y que lo quieres muchísimo.
• Colócate enfrente del niño y muéstrale las tarjetas.
• No pasar tarjetas que han sido ya presentadas en otra sesión.
• Cada cinco días se retira un grupo de cinco tarjetas y se presenta un grupo
nuevo.
• La sesión durará de 12 a 18 segundos.
• Lo peor que puede ocurrir en este proceso de aprendizaje de la lectura es
que el niño se aburra. De hecho, cuanto más rápido pases las cartulinas,
menos probabilidades habrá de que se aburra.
• Nunca lo sobornes ni lo recompenses con dulces, galletas o similares.
14.5.6 Aprendizaje de Lectura. Etapas
Leer es la habilidad de reconocer palabras y comprender su significado. Para
desarrollar correctamente esta habilidad y leer con velocidad y comprensión,
debemos seguir las siguientes etapas:
- Etapa 1: Aprendiendo Palabras sueltas
- Etapa 2: Aprendiendo Parejas de palabras
- Etapa 3: Oraciones – Frases Cortas
- Etapa 4: Oraciones – Frases Largas
- Etapa 5: Leyendo “Libros Caseros” con frases aprendidas
- Etapa 6: Leyendo Libros e Historias Infantiles (con los padres)
- Etapa 7: Leyendo Libros e Historias Infantiles (Independiente)
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Observaciones: - No es necesario enseñarle “todas” las palabras a un niño para que
aprenda a leer. Eso sería un esfuerzo titánico, pues tendrías que
mostrarle las miles y miles de palabras que tiene una lengua para que
pudiera aprender a leer. Pero no te preocupes, eso no va a ser necesario
en absoluto. Recuerda que estás enseñando a una persona de menos de
6 años y su capacidad de aprendizaje está a la altura de la genialidad.
Tu hijo va a deducir las reglas de la lectura por sí mismo. Esto es
seguro. |
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Fuente: The Institutes for the Achievement of Human Potential
14.5.7 Etapa 1: Aprendiendo Palabras Sueltas
Opción A - Bebes de 1 a 12 Semanas - InicioEl programa de lectura puede iniciarse incluso con bebes recién nacidos. El
primer paso con los bebes se trata en realidad más de un programa de
estimulación visual que de un programa de lectura. El siguiente procedimiento
se debe aplicar si tú estás comenzando la primera sesión de estimulación y tu
bebé es menor de 3 meses.
Materiales
– Tarjetas:Papel blanco (se recomienda
papel recomendado) Cartas de 15 x 60 cm (6 x 24 pulgadas). Las letras deben
minúsculas, impresas en rojo, de 12 cm (5 pulgadas) de alto y de al menos 2 cm (0,8 pulgadas) de grosor.
0,8 pulgadas (2 cm) de grosor. Este grosor es clave para facilitar al
bebé ver las letras.
- Imagenes Impreso
imágenes, cuadros o fotos (fotos familiares, de revistas, internet,
etc.) pegadas en hojas de papel. Para las imágenes, inicialmente
puede utilizar los tamaños de papel carta (8,5 × 11 pulgadas), oficio (8,5
× 14 pulgadas), tabloide (11 × 17 pulgadas) o tamaños equivalentes.
Todos los papeles con imágenes deben tener las mismas dimensiones.
Procedimiento.
Para iniciar la primera semana, seleccione 7 palabras, incluyendo las palabras
“mamá” y “papá”. Cada día le mostrará una sola palabra. Al día siguiente, la
cambiará por una nueva.
Cuando el niño nace y durante las primeras semanas de su vida, solamente
puede ver los objetos situados a unas 8 o 10 pulgadas (18 a 20 centímetros),
que es aproximadamente la distancia que separa la cara de la madre del niño
cuando le amamanta. Por esta razón, se recomienda colocar las cartulinas a
unas 15 pulgadas (40 cm) de distancia de la cara del bebé. El procedimiento
es el siguiente:
1. Para iniciar el proceso, el primer día (lunes) muestra a tu bebé la
palabra “mamá”, y dile con entusiasmo La palabra
se muestra solo durante 1 segundo.
“¡Esta dice mamá!”. La mamá deberá estar segura de
que el bebé efectivamente puede ver la palabra. Es importante que la
madre diga la palabra en voz alta, de forma clara y con entusiasmo.
2. El siguiente día (martes), con la palabra “papá”, se debe decir con
entusiasmo
-
“¡Esta dice papá!”. De nuevo, la palabra se muestra solo
durante 1 segundo. Se recomienda mostrar las cartulinas un mínimo 10
veces al día, pero no seguidas. Se debe dejar mínimo 15 minutos entre
cada sesión.
3. Terminada la primera semana, se debe repetir durante 3 semanas la
misma secuencia con las mismas 7 palabras. Se debe comenzar
nuevamente el lunes con la palabra “mamá”, el martes con la palabra
“papá”, etc.
4. Al término de la tercera semana, el bebe será capaz de enfocar las
palabras más deprisa. La madre notará que él no solo ve, sino que
comprende lo que ve y, además, disfruta de la experiencia a su manera,
mostrando señales de emoción en cuanto se le muestra una nueva
cartulina.
5. Para la 4ª semana, se deben seleccionar otras 7 palabras y repetir el
proceso. Esta vez solamente se repite durante una sola semana.
6. Para la 6ª semana, se deben seleccionar otras 7 palabras y repetir el
proceso. Esta vez solamente se repite una sola semana.
7. Recuerde que se elige y se empieza un nuevo juego de cartas
la cuarta semana. Puedes utilizar tarjetas con palabras e imágenes.
8. Ejecute las nuevas palabras durante otras tres semanas y cambie
las palabras en la séptima semana para repetir el proceso. Esta vez
sin embargo, repite las tarjetas sólo durante una semana.
9. A la 8ª semana, se deben seleccionar otras 7 palabras y repetir el
proceso. Esta vez solamente se hace una vez, sin repetirlo. Para el
término de la semana 8, el bebé ya habrá sido expuesto a la
estimulación visual de 28 palabras.
OBSERVACIÓN: Cuando el niño haya llegado a los 3 meses. Se continúa el
proceso con las instrucciones del paso B y con nuevas palabras.
Opción B- Bebés Mayores de 3 Meses - Inicio